Chakra Sacro

o Svadhisthana


La energía que representa a este chakra, guarda relación con el elemento agua. De ahí la correspondencia con las funciones orgánicas relacionadas con los líquidos: la circulación, la excreción urinaria, la sexualidad y la reproducción. Y también con las características del agua como la fluidez, la falta de forma permanente, la movilidad y la entrega. Los órganos relacionados son los genitales, los riñones, la vejiga y el sistema circulatorio. Las glándulas relacionadas son los ovarios y los testículos.

Su nombre en sánscrito Svadhisthana, significa "Morada Propia" (lo que es de uno) pero también significa "dulzura". 

Este chakra se considera el centro de la sexualidad, así como de las emociones, la sensación, el placer, el movimiento y el instinto de protección. Es lo opuesto de la quietud del primer chakra. Donde el primero retiene y crea estructura, el segundo tiene por finalidad soltar y crear un flujo. El placer y la sensación son rasgos esenciales del segundo chakra. 

Esencial para la salud del organismo, el placer lo es además para rejuvenecer el espíritu y sanear nuestras relaciones personales y culturales. Los elementos básicos del chakra son el movimiento y el cambio. Cuando nos emocionamos se produce un movimiento de la conciencia a través del cuerpo. Este flujo de la conciencia nutre el cuerpo, lo purifica, lo sana. Es un flujo de nuestra fuerza vital, mediante la cual obtenemos el cambio. La conciencia progresa a través del cambio. En eso consiste la esencia y la función de este chakra. El chakra del sacro se ocupa de la relación entre nuestras emociones y el bienestar, y de cuán animados o deprimidos nos sentimos en relación con nuestras experiencias. Este chakra establece los límites (lo que es suficiente) de nuestros apetitos emocionales y físicos. Su energía crea cambios que nos hacen sentir irritables, sensuales, llorosos o agresivos. Tiene que ver con los deseos. Puede querer cada vez menos o cada vez más. Ambos son aspectos de la misma falta de equilibrio que se basa en una sensación de carencia y en una falta de capacidad de conocer la verdadera medida de las cosas, situaciones o personas. Un sentido real de bienestar, de placer y de abundancia es conocer realmente cuando, qué y quién "es suficiente". La abundancia no se refiere a cosas materiales, sino a su actitud en relación con lo que se tiene y a cómo se siente en relación con las cosas. Cuando sentimos que lo que tenemos y lo que somos es suficiente, el chakra funciona de un modo óptimo, y estamos tranquilos y complacidos. Cuando se ama a sí mismo, se está feliz y agradecido, se encuentra a gusto con su sexualidad, su cuerpo y su sensación de placer. Sabe quién es y lo que hace, siente que lo que tiene es suficiente. De acuerdo a como fluye la energía en este chakra tendremos mejor o peor relación con nuestra sexualidad y con nuestra capacidad de disfrutar del placer. 

Este centro trata de lo que sentimos, tanto a nivel físico como emocional. Atender a nuestra necesidad de expresión sexual es otra forma de admitir el placer en nuestra vida. Nuestra capacidad para aceptar el placer depende de nuestras actitudes. Es sano aceptar que somos seres sexuales y que tenemos cuerpos físicos que responden al placer. La forma en que expresamos esta nueva conciencia en las relaciones depende de la imagen que tenemos de nosotros mismos, de la conciencia de nuestro cuerpo y de nuestro nivel de sensibilidad emocional. Tenemos muchas ocasiones para aprovechar esta energía: podemos utilizarla para que los demás aprecien nuestro atractivo, podemos sublimar esa energía a través de diversas actividades o podemos compartirla con alguien que amamos y que nos valora. También podemos mantenerla oculta y pretender que no existe.

La polaridad energética en este ckacra va del placer y su realización, o el sufrimiento y el sacrificio. La forma en que consideramos y experimentamos el placer es parte de la función del chakra y corresponde directamente a nuestra sensación de ser suficientes. Si estamos realmente satisfechos con nuestra vida, no necesitamos probar nada a nadie. Este chakra desempeña un papel directo en la forma en que respondemos a los demás y en la sensación que experimentamos cuando permitimos que el bienestar sea un componente importante en nuestra vida. Es fundamental advertir que podemos elegir producir cualquier cambio, ya sea placentero o desdichado. Tenemos la capacidad de cultivar el placer a través de relaciones sanas y de actividades que favorezcan la vida del cuerpo y la expresión de nuestros sentimientos. Es decir, podemos optar por el placer y no por el dolor, por la felicidad y no por la miseria, y así reflejar que nuestro chakra está sano e íntegro.

En el opuesto, quien elude el placer y el bienestar en su vida, normalmente usa la energía en cuidar a los demás, y se ofrece a sí mismo muy poco de lo que realmente necesita. Este tipo de personas sufren debido a una sensación de carencia. Eligen mantenerse en el frío, apartados del amor, la calidez, la comodidad y el placer. Cuando las personas no se quieren a sí mismas arrasan con todo lo que llega a sus vidas. Casi como un mártir, ese nivel de conciencia rechaza el placer y se revela en el sufrimiento. Este tipo de sentimientos negativos afecta el modo en que experimentan los otros aspectos del chakra, la capacidad de divertirse, conseguir riquezas, prosperidad y tranquilidad. El martirio implica estar metido en un pozo de autoconmiseración, sin motivo para cambiar las actitudes negativas que contribuyen a esa situación. La vida de los Mártires está sumergida en una sensación de carencia que da la justificación para no cambiar de creencias y conductas, porque no hay suficiente buena fortuna en el mundo y les ha tocado vivir la situación más difícil. Por eso sufren y se quejan, pero no emprenden acción alguna.